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Un día en La Haya

Popularmente conocida como la “Ciudad regia con vistas al mar”, por su privilegiada situación y la cantidad de miembros de la familia real que la han elegido como lugar de residencia, La Haya es también una de las ciudades más bellas y con mejor oferta cultural y de ocio de los Países Bajos.

Empieza por Binnenhof

Para comenzar a explorarla, una buena idea es partir de Binnenhof, un complejo de edificios donde se haya el Parlamento y uno de los lugares más fotografiados por los visitantes que llegan a la ciudad. No obstante, el principal edificio es el Ridderzaal (Sala de los Caballeros), un impresionante monumento que data del siglo XIII. Además, tiene un patio interior de acceso libre para la ciudadanía.

Dirígete después al Mauritshuis Royal Picture Gallery, casi al lado. La oferta museística de La Haya está a la altura de la que ofrece Ámsterdam, pero el museo más destacado es precisamente éste, gracias a su impresionante colección de piezas de artistas holandeses, como Brueghel, Rembrandt y Vermeer. Si te gusta el arte, vale la pena que entres.

Al lado, la Plaza Plein, de forma cuadrada, es el lugar ideal para hacer una pausa y tomar algo en alguna de las muchas cafeterías que rodean la plaza. Por cierto, éste es el epicentro de la vida nocturna en La Haya, pues las cafeterías y restaurantes dan paso a animados pubs y discotecas por la noche.

Mantente en el espectacular casco antiguo de La Haya y no dejes de visitar la Groten Kerk (la iglesia de San Jaime). Es, junto con el Ridderzaal, el edificio más antiguo de la ciudad. Su torre es una de las más altas que encontrarás en la ciudad y las vidrieras de su interior son una auténtica maravilla.

La cosmopolita zona nueva de la ciudad

Pero si por algo destaca La Haya es por haber sabido conjugar su casco histórico con la modernidad más absoluta. Por eso, fuera de esta zona, en el “nuevo centro” de la ciudad, los grandes edificios de arquitectura vanguardista dan un aire muy cosmopolita y actual a la urbe. En este sentido, el más llamativo es el Ayuntamiento (Hoftoren), conocido como Palacio de Hielo por su forma, que recuerda a un iceberg.

Aprovecha después para recorrer la calle Spui, una calle comercial muy animada. Aunque si lo tuyo son las compras, no puedes dejar de ir a Haagsche Passage, el centro comercial más antiguo del país. Además de tener una arquitectura modernista que vale la pena ver, entre las tiendas que lo componen –de moda, joyerías, librerías…- hay verdaderas maravillas.

El paseo marítimo

Un buen plan para terminar este tour de un día por La Haya es acercarte a la playa de Scheveningen, cuyo paseo marítimo te encantará. Además, este barrio costero está lleno de atracciones, desde miradores hacia el mar hasta un acuario, pasando por el Panorama Mesdag, un enorme cuadro cilíndrico que representa la vista hacia la costa desde una antigua duna.

Scheveningen es, además, un buen lugar para cenar, pues en el paseo abunda la oferta de restaurantes cuyas terrazas suelen estar abarrotadas. Uno de los más famosos, tanto por su acogedor ambiente como por su carta, es Lieverd.

¿Buscas ideas para cenar?

Pero si lo que quieres es vivir una experiencia gastronómica original, entonces vete a la Avenue Culinaire, uno de los canales más famosos de La Haya donde abundan los restaurantes. Aquí encontrarás muy buena oferta de cocina europea y mediterránea, con un toque de sofisticación. Dos buenos ejemplos son Basaal, cuya moderna cocina no deja a nadie indiferente, y El Barrio, de tapas españolas.