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Desde hace más de un siglo, Figueira da Foz ha sido uno de los destinos favoritos de los europeos. Las doradas arenas de sus playas y su espíritu de lujo antiguo forman una combinación especial para atraer turistas en busca de un glamour añejo pero encantador. La vida cultural y de ocio de Figueira da Foz se concentra alrededor de su colosal casino, cuyos espectáculos y juegos siguen divirtiendo a los visitantes como lo hacían hace décadas. Y, cómo no, la gastronomía, tan rica y variada como se puede esperar de una localidad portuguesa que merece un poco más de atención.
A poca distancia en coche desde la zona de playa encontraremos un entorno muy distinto al que esperamos. La Serra da Boa Viagem es un paraíso lleno de árboles y plantas que fascinarán a los que se adentren en él por sus colores, olores y sonidos, y por donde se pueden realizar bonitas rutas naturales.
Las playas de Figueira Da Foz son un ejemplo idóneo de santuarios de arena perfectos para descansar y recuperar fuerzas. La playa que más turistas atrae, por la calidad de sus arenas y por su bonito paseo marítimo es la Playa de Quiaios, lugar ideal para desconectar de la vida urbana y tomar el sol.
Muchos de los destinos turísticos de sol y playa no suelen disponer de una oferta cultural complementaria. No es el caso de Figueira da Foz, donde los museos y edificios antiguos no han sido sustituidos por torres hoteleras, y por lo tanto nos podemos acercar a lugares de interés como el Museo Municipal Santos Rocha con su magnífica colección de artefactos históricos de hasta la época romana.