Las dos caras de Hong Kong
La ciudad más occidentalizada de la República Democrática de China, y probablemente de toda Asia, Hong Kong, es un paraíso de sensaciones para los visitantes. Con infinidad de atracciones y una cultura mucho más próxima a la tuya propia que en cualquier otro punto del país, esta isla con administración y sistema económico propios ofrece un moderno paisaje coronado por rascacielos y novedosas construcciones y se mueve a un ritmo vertiginoso. Esto, sin olvidar las tradiciones, paisajes y riqueza cultural propios de su carácter oriental. Si te dejas llevar por sus grandes atractivos, no te defraudará en absoluto.
Llegar a Hong Kong y moverse por la ciudad
A Hong Kong se puede llegar por tierra, mar y aire. Lo más habitual es hacerlo en avión a través de su aeropuerto internacional, que conecta la metrópolis con casi cualquier lugar del mundo. No obstante, también es posible acceder desde China continental en tren o en ferry, con servicios que conectan el puerto de Hong Kong con los principales puertos de China.
Una vez hayas llegado a la ciudad, la movilidad tampoco será un problema. Hong Kong cuenta con una completísima red de transporte público, que incluye metro, autobús, tranvía, ferry y taxi. Sin duda, la mejor opción en tu viaje será el metro, pues es rápido, moderno y muy cómodo, y cuenta con un total de 12 líneas que conectan los principales puntos de la ciudad.
Distribución territorial y áreas más importantes
Hong Kong se divide en tres regiones bien diferenciadas: la Isla de Hong Kong, Kowloon y los Nuevos Territorios.
La Isla de Hong Kong es la zona más importante y de mayor influencia. No en vano, en el centro de esta isla, que se corresponde con lo que los británicos llamaron Ciudad de Victoria durante su ocupación, es el núcleo histórico y concentra la actividad política y económica de Hong Kong. En la isla hay importantes atracciones, como el Pico de Victoria, la impresionante Bahía de Aderdeen y el Ocean Park, además de gozar de una importante cadena montañosa –que encanta a los amantes del senderismo- y varios centros comerciales destacados.
Kowloon es, por su parte, el otro gran centro de Hong Kong, localizado al norte de la isla. El Templo Wong Tai Sin y el Museo de Historia de Hong Kong se emplazan aquí, así como el área de Tsim Sha Tsui, donde se obtienen las mejores vistas de la bahía y donde están lugares tan destacados como la Avenida de las Estrellas.
Nuevos Territorios es la región más amplia de Hong Kong e integra más de 200 islas, entre las que se incluye la famosísima Lantau. El paisaje de estas islas, particularmente el de Lantau, es muy diferente al que encontrarás en la Isla de Hong Kong o en Kowloon, por eso se conoce a este territorio –mucho más montañoso y menos urbanizado- como “los pulmones de Hong Kong”. Por cierto, en Lantau está el aeropuerto internacional de Hong Kong.
Qué ver en Hong Kong
Prácticamente todas las islas que componen Hong Kong tienen su encanto propio y alguna –o varias- atracciones para ver, así que cálzate unas zapatillas cómodas y déjate llevar, descubrirás las cientos de caras diferentes que ofrece este territorio.
En primer lugar, sube hasta el Pico Victoria. No solo es el punto más alto de la Isla de Hong Kong y sirve para admirar el skyline de la ciudad y la bahía en todo su esplendor, sino que se trata de la zona más exclusiva ya desde la época colonial. En lo alto del pico, la Peak Tower ofrece unas fantásticas vistas panorámicas y también es posible descansar a tomar algo en alguno de los restaurantes que alberga, que, como no podría ser de otra forma, brindan el mirador más privilegiado de Hong Kong. Vale la pena admirar la ciudad desde el Pico Victoria desde bien temprano, pero si tienes la oportunidad sube también al atardecer: el paisaje se funde con increíbles tonos anaranjados y rosados que son todo un espectáculo al fundirse con la bahía.
Probablemente, la segunda atracción más visitada de Hong Kong sea la Avenida de las Estrellas. Localizado al sur de la península de Kowloon, este “paseo de la fama” rinde tributo a las estrellas cinematográficas hongkonesas, con especial dedicación a Bruce Lee, del que incluso verás una estatua a tamaño real realizada en bronce.
Desde la Avenida de las Estrellas es posible llegar a la Torre del Reloj (otro característico recuerdo de la época colonial) siguiendo el Paseo Tsim Sha Tsui (Tsim Sha Tsui Promenade). Este paseo que discurre por la ribera del Puerto de la Victoria es especialmente impactante por la noche, gracias al juego de luces que van conformando los rascacielos a su alrededor.
Por su parte, los amantes de las antigüedades disfrutarán con el Gran Buda (Tian Tan) y el monasterio Po Lin en el área más elevada de Lantau; así como del pequeño pueblo de pescadores de Tai O, también en Lantau, donde todavía se conservan las tradicionales casas levantadas sobre columnas en el agua y hay un interesante y pintoresco mercado de especialidades locales.
Si lo tuyo son los mercadillos, no dejes de ir al Mercado de las Mujeres (Ladies' Market) que se extiende a lo largo de un kilómetro en Tung Choi Street. En este mercado se pueden encontrar todo tipo de productos de ropa, accesorios y cosméticos a precios muy económicos -¡no tengas miedo de regatear!-.
Y si te gustan los parques temáticos y quieres sacar al niño que llevas dentro, Disneyland Hong Kong y Ocean Park Hong Kong completan la lista de atracciones imprescindibles de la ciudad.
Tradición culinaria apta para todos los gustos
En Hong Kong se da una simbiosis perfecta entre cocina occidental y la mejor tradición culinaria cantonesa. No tendrás problemas en acceder a restaurantes de cocina occidental o conocidas cadenas de “fast food”, de igual forma que podrás probar las más típicas delicias de la cocina local –como el pi dan, un huevo que se cocina envuelto en cal viva, arcilla o ceniza durante varias semanas; el hot pot, una sopa muy caliente en la que el comensal va echando los alimentos que más le apetezcan; o el put chai ko, una versión oriental del pudin- casi en cualquier lugar.
No obstante, si buscas experiencias un tanto exóticas, te damos tres ideas.
Por un lado, aprovecha la gran cantidad de puestos de comida callejera que hay en Kowloon para comer unos fideos o bolas de pescado en plena calle, como un local más.
Otra recomendación, para una cena especial, es probar el restaurante flotante Jumbo Kingdom. Es el restaurante flotante más grande del mundo (¡tiene capacidad para 2.000 comensales!) y es una atracción en sí mismo, pues permite comer placenteramente (en su interior hay varios restaurantes con diferentes tipos de menús y precios) al tiempo que recorres la bahía de Aberdeen.
Finalmente, también vale la pena probar el R66 Revolving Restaurant, un exclusivo local situado en lo alto del edificio Hopewell Centre y que va girando sobre sí mismo para ofrecer las vistas completas de la ciudad (en dar toda la vuelta tarda exactamente 66 minutos, de ahí su nombre). Aprovecha las opciones de buffet, hay varios y salen muy bien de precio en comparación con los platos de la carta.
Dónde encontrarlos:
Jumbo Kingdom
Shum Wan Pier Dr | Wong Chuk Hang, Hong Kong
R66 Revolving Restaurant
62/F.,Hopewell Centre, 183 Queen's Road East | Wan Chai, Hong Kong
Duerme en una habitación de cuento y amanece ante la bahía
La oferta hotelera, sobre todo en la Isla de Hong Kong y en Kowloon, es asombrosa, por lo que tienes mucho donde elegir. No obstante, si quieres aprovechar tu estancia para conseguir una perfecta postal de Hong Kong la hallarás en el Metropark Hotel Causeway Bay Hong Kong. Todas sus habitaciones disponen de amplios ventanales que ofrecen una vista panorámica de la bahía, que también se disfruta en otros espacios comunes, como la cafetería y el bar. Además, este altísimo edificio cuenta con piscina exterior en la terraza superior: un mirador solo comparable al Pico Victoria.
Con un toque mucho más tradicional, el Mira Moon Hotel es un establecimiento diseñado para enamorar al huésped. Los más exigentes se darán por satisfechos en sus modernas y completísimas instalaciones, decoradas con gran sofisticación. Las habitaciones, cuidadas hasta el último detalle, combinan mobiliario tradicional con elementos muy innovadores y colores eléctricos. El resultado son estancias absolutamente encantadoras y acogedoras.
Dónde encontrarlos:
Metropark Hotel Causeway Bay Hong Kong
148 Tung Lo Wan Road. Hong Kong, China
Mira Moon Hotel
388 Jaffe Road. Wan Chai, China